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SUS CONDICIONES FÍSICAS, INTELECTUALES Y MORALES,CAUSAS QUE LAS DETERMINAN Y MEDIOS PARA MEJORARLAS,
POR
Francisco del Valle Atiles,
DOCTOR EN MEDICINA Y CIRUJÍA.
MEMORIA
PREMIADA EN EL CERTAMEN DEL ATENEO PUERTORRIQUEÑO,CORRESPONDIENTE AL AÑO 1886.
DE CONFORMIDAD CON EL LAUDO DEL JURADOELEGIDO POR LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS,DE MADRID.
SECCIÓN DE CIENCIAS MORALES.
PUERTO RICO.
TIPOGRAFÍA DE JOSÉ GONZÁLEZ FONT.
FORTALEZA, NÚMERO 27.
1889.
SUS CONDICIONES FÍSICAS, INTELECTUALES Y MORALES,CAUSAS QUE LAS DETERMINAN Y MEDIOS PARA MEJORARLAS,
POR
Francisco del Valle Atiles,
DOCTOR EN MEDICINA Y CIRUJÍA.
MEMORIA
PREMIADA EN EL CERTAMEN DEL ATENEO PUERTORRIQUEÑO,CORRESPONDIENTE AL AÑO 1886.
DE CONFORMIDAD CON EL LAUDO DEL JURADOELEGIDO POR LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS,DE MADRID.
SECCIÓN DE CIENCIAS MORALES.
PUERTO RICO.
TIPOGRAFÍA DE JOSÉ GONZÁLEZ FONT.
FORTALEZA, NÚMERO 27.
1887.
SUS CONDICIONESFÍSICAS, INTELECTUALES Y MORALES,CAUSAS QUE LAS DETERMINAN Y MEDIOS PARA MEJORARLAS.
Os diré toda la verdad, porque esella la que salva. Hombres hayque juzgan bueno ocultarla; estosson impostores ó tímidos que Diosrechaza, porque la verdad es Diosmismo y velarla es velar á Dios.
Lamennais.
El Libro del Pueblo.
La Junta Directiva del Ateneo de Puerto Rico hatenido á bien someter á estudio la interesante cuestiónde El campesino puertorriqueño. Nosotros, más quepor otro motivo, por sernos simpático el asunto, cuandoel Certámen se anunció resolvimos redactar estaMemoria; pero algunas circunstancias individuales nosobligaron á suspender el trabajo, cuando aun no llegabaá la mitad. Sólo después de prorrogado el plazode admisión por acuerdo del Ateneo, reanudamosla tarea comenzada, y la hemos seguido con unaprecipitación que, si no puede servir de disculpa[8]á la deficiencia de este trabajo, servirá por lo ménoscomo excusa de su desaliño.
Sin pretensiones de ninguna especie, hemos procuradoconsignar hechos y apreciarlos con imparcialidad,estudiando las causas que según nuestro modode ver los determinan; en ocasiones hemos tenido querefrenar nuestro provincialismo para conseguir aquelpropósito; pero estamos seguros de haber hecho loposible para mantenernos dentro del carácter imparcialque debe animar al que estudia esta clase de asuntos.Luego proponemos los remedios que