Nació en Buenos Aires el 14 de Octubre de 1862. Estudió en el ColegioNacional y se graduó en derecho en la Universidad de Buenos Aires.
Desde la adolescencia mostró inclinación por las letras, publicando sus“poesías” (1880), “nuevas poesías” (1881) y “varias poesías” (1882),reunidas más tarde en un solo volumen. Su reputación fué rápida en todoel continente, como poeta y prosista; más tarde cultivó con igual éxitola crónica literaria, la crítica y los estudios políticos y sociales.
Entró muy joven a la carrera diplomática y fué ministroplenipotenciario ante varios gobiernos americanos. De sus viajes haescrito impresiones interesantísimas. Siendo ministro en Estados Unidosdejó el cargo para ocupar el Ministerio de Agricultura, durante lasegunda presidencia de Roca, pasando más tarde a ocupar la legaciónargentina en Berlín, donde falleció.
Son sus obras principales: “Poesías” (1879-1885), “Impresiones” (1884),“Estudios literarios” (1884), “Libros y Autores” (1886), “Perfilesy miniaturas” (1889), “Juan Bautista Alberdi” (1890), “RecuerdosLiterarios” (1891), “Confidencias literarias” (1894), “EstudiosAmericanos” (1900), “El Brasil intelectual” (1905), etc.
Sus obras de crónica y crítica literaria reflejan agudamente elmovimiento intelectual argentino de “la generación del 80”; suobra, por su contenido y por su forma, es uno de los exponentes másconsiderables de la mentalidad nacional. Además de su valor histórico orepresentativo, vale por sus excelentes cualidades intrínsecas.
A los 43 años de edad falleció en Berlín, el 18 de Mayo de 1905.
“LA CULTURA ARGENTINA”
MARTÍN GARCÍA MÉROU
ESTUDIOS
AMERICANOS
(PRIMERA SERIE)
Con una introducción de
EUGENIO DÍAZ ROMERO
BUENOS AIRES
«La Cultura Argentina»—Avenida de Mayo 646
1916
[Pg 7]
La gran República del Norte ha encontrado en este escritor unintérprete a todas luces digno de su renombre.
Después de sus poesías, de sus libros de viajes, de sus ensayos sobreEcheverría y Alberdi, de sus páginas de historia, el señor García Méroudebía darnos una obra de observación personal, de sólida información,de crítica penetrante y provechosa lectura. Felizmente ha realizadodicha obra en el pleno desarrollo de su inteligencia, en el completodominio de sus facultades, de su madurez de criterio.
El autor de Echeverría y poeta de los Cuadros Epicospertenece a una generación de hombres de talento. El, con BenignoLugones, Joaquín Castellanos, Leopoldo Díaz y quizás algún otro, seiniciaron bajo la buena influencia romántica. Los poetas del año 30 hansido en esto afortunados. Los poetas argentinos de aquella época, ytambién los de las otras repúblicas de Sud América, tenían por aquelloshombres,[Pg 8] Hugo, Lamartine, Byron, Alfredo de Musset, y Vigny, un cultoimponderado. Era, sin duda alguna, una pléyade entusiasta, amante comoninguna otra de la belleza del arte.
Pero de lo q